miércoles, 27 de febrero de 2008

Cuentagotas...

Las técnicas Ishayas no piden que el estudiante cambie su religión o su cosmovisión. Por el contrario, se enfatiza mucho en que estas herramientas funcionan mecánicamente en coherencia con la espiritualidad en particular del aprendiz. Si la persona es cristiana, budista, baha'i o wiccan, las llaves funcionarán de igual modo, porque se basan en la esencia creadora del...como quieras llamarle...Divinidad, Absoluto, Brahman, Dios, Ascendente o Arquitecto del Universo.

Esta esencia creadora es un torbellino en donde se manifiestan infinitamente la Alabanza, la Gratitud, el Amor y la Compasión, separados para "fines didácticos", pero aspectos inherentes de la Conciencia. Por concepto, como dice Anugya.

De hecho, el ejercicio de las llaves, conduce al practicante a una relación mucho más profunda con su fe, en cuanto ésta praxis es experiencia pura. Y tal como la frase "una imagen vale más que mil palabras", aquí "una experiencia vale más que mil explicaciones".

Practicar las llaves no nos hace Ishayas necesariamente. Y a la vez sí. Me explico: No nos hace Ishayas entendiendo el término como "orden o tradición religiosa", si se me permite la expresión; es decir, un evangélico puede practicar las llaves sin necesidad que deba creer en las divinidades hindúes o vestir de negro. Esto es porque las llaves le pertenecen, pues son previas o al menos "unisonantes" al ser humano. Y estas llaves son previas a cualquier maestro.

Pero etimológicamente, todo el que practica es un Ishaya, puesto que significa que "se es para la Conciencia Crística", el grado de conciencia que alcanzó Jesús. Un ishaya es quien anhela y trabaja por alcanzar tal conciencia.



Habrá quienes sientan el llamado por ser un Maestro Ishaya. Tal persona se someterá voluntariamente a las estructuras, métodos, epistemología o cosmovisión que planteen las distintas organizaciones ishayas. Tales personas serán llamados a un rápido ascenso como águilas y a una aplicación creativa de todo su potencial a fin de ayudar a quienes necesiten ser apoyados en su caminar hacia la Claridad.

Y como el tiempo de todos es valioso y en cuanto seres humanos tienen que comer y pagar cuentas como todos, se idearán formas creativas para poder subsistir y a la vez, trabajar por su vocación. Algunos escribirán libros, otros pedirán diezmos, habrá quienes instalen un Spa de la conciencia (lo cual me parece una gran idea), programas radiales, de TV, clases, coaching o prácticas intensivas colectivas. El cielo es el límite.

Pero por las llaves... Jamás se debió cobrar por éstas. Ya demasiadas instituciones religiosas han intentado hacerse del conocimiento. Y darlo a cuentagotas.

Vender las técnicas Ishayas es vender algo que la Divinidad ya nos ha regalado.

Ésta era la gran lucha interior de Anugya...