martes, 5 de agosto de 2008

Se buscan Budas y Cristos

La liberación de las Actitudes Ishaya es un hito de extraordinarias repercusiones en cada ser de este planeta. Ésta se originó por sí misma, como un torrente de agua detenido por un dique, el que aumenta su fuerza hasta romperlo y continuar su curso.

Anugya y quien escribe hemos sido figuras irrelevantes dentro de este concierto. El amor no puede ser contenido, por lo que las Técnicas, como semillas de un diente de león, hubiesen volado libres más temprano que tarde, con o sin nosotras.




Cada uno de ustedes, y hablo desde mi propia verdad, han llegado al blog causalmente y no casualmente. Todos ustedes son los herederos de las Llaves y encargados de conservarlas y entregarlas a otros buscadores con generosidad y misericordia, jamás cobrando por ellas. Si crean una realidad basada en el dar, esas mismas reglas se aplicarán con ustedes mismos.

Cada uno de nosotros es el responsable directo de la realidad. Hasta no asumir este hecho, la amnesia y la borrachera continuará adherida a nuestras conciencias.

Anugya nos insta a ser nuestros propios Maestros. A reconocernos en nuestra identidad con el Ascendente y desde allí jugar el juego de la "realidad", con nuestras propias reglas o sin ellas, al fin y al cabo, todo lo que te rodea es tu propia creación, incluso los Maestros y Gurús a quienes tanto admiras.

Es importante recordar que nuestros respectivos estados evolutivos determinan la percepción que tenemos de nosotros mismos. Hay un proceso de categorización al que tiende nuestra mente . Entonces las infinitas posibilidadades de nuestra esencia se constriñe a la categorización de turno, la que se convierte en una "definición" de lo que somos. A la pregunta de ¿quién eres?, las respuestas serán muchas: "Yo soy una mujer", "yo soy un artista", "yo soy un lisiado", "yo soy un divorciado", "yo soy latino", "yo soy una víctima", etc.

La pregunta se vuelve hacia cada uno...¿Quién eres?, ¿Quién eres?...

Toda definición marca un límite. Por lo que no tenemos porqué elegir. Hay un cuento que dice que una persona entra a un restaurant y en el menú hay tres platos: uno no le gusta mucho a nuestro comensal, el otro le gusta menos y el tercero...uff..., simplemente no lo soporta... ¿Cuál elige?

Bueno, ¡elige marcharse del restaurant e ir a otro!. Es decir, comienzas a distinguir que las opciones son infinitas y que si no resonamos con las definiciones o circunstancias que nos rodean, podemos crear unas nuevas.

Pero para crear nuevas posibilidades debemos arriesgarnos a ser lo que en verdad somos...imaginemos un pintor, una persona con talento y que disfruta su oficio. Una posibilidad es que adhiera a una escuela..., qué sé yo, pop art y admire tanto a Warhol que toda su creación esté marcada por él. Otra opción es que sea totalmente fiel a sí mismo. Al hacerlo, lo que se manifestará dará cuenta de lo que lo hace único e irrepetible: él mismo.

Cambiemos el contexto...un psicólogo...una alternativa es adherir a alguna línea teórica (cognitivo, transpersonal o conductista) y adoptar el método de trabajo de un connotado maestro de la psicología representante de una escuela. Otra opción es seguir su propio camino, su propia apuesta, orquestada gracias a una combinación de aprendizajes obtenidos en su devenir ontológico, manifestados acorde el particular estado evolutivo del sujeto en cuestión. El resultado es una propuesta única.

Sean sus propios Maestros. Cada vez que deciden caminar a la sombra de otro, pasan a a ser personajes secundarios dentro de su propia película. Asuman el papel protagónico de sus vidas, emulando a quienes son sus modelos de evolución. No elijan ser cristianos. Elijan ser Cristos. No elijan ser budistas. Háganse Budas.

Es muy cierto que en el camino hacia la evolución espiritual, es importante una suerte de "zona de desarrollo próximo", citando a Vigotsky, uno de los padres de la Psicología del Aprendizaje. Un niño puede aprender algo en forma autónoma y lograr ciertos resultados, pero si el mismo niño hubiese contado con "una mano", con algo de ayuda de parte de otras personas, es probable que sus logros hubiesen sido mayores. Esto demuestra que la educación es un proceso social, en donde cada uno le aporta al otro en una interconexión total.




Pero el Ascendente es la esencia de todo, por lo tanto cada elemento, cada persona o cada situación se convierten en un Maestro. Una vez iniciado el viaje, el Universo en complicidad proveerá de todo lo necesario para despertar, usando las más inesperadas fórmulas, como un paisaje asombroso, la letra de una canción, la bendición de un monje o los posteos de un blog en Internet.

La Divinidad nunca firma contratos de exclusividad. Si golpeas la puerta se te abrirá.

La sorpresa será descubrir quién te abre esa puerta.