domingo, 12 de abril de 2009

Danzar con las Actitudes

Veinte Llaves. Veinte posibilidades de desplegar las alas y lanzarse a una travesía a través de la perfección que te define por completo.

Cada Llave es un océano que guarda infinitos tesoros, los que han esperado largo tiempo a que tú los reclames. Sumérgete en la pureza de sus aguas. Ellas lavarán cada surco adosado a tu esencia. Inúndate de su sonido primigenio y deja que tu alma resuene acorde a su vibración... ¡entrégate al ritmo del Universo! Ésta es la música de la cual eres una nota y a la vez, el mismísimo director de la orquesta.

Deslízate suavemente de Llave en Llave. Quédate en cada una todo el tiempo que sea necesario, hasta que logres que la Llave florezca en ti. Pasa de ser un visitante de las Llaves, a un habitante.

Si hay alguna técnica que no te agrada tanto por alguna razón desconocida, debes prestar atención a tal llave especialmente. Una chica me escribía que cuando ascendía se quedaba poco en la sexta llave, sólo unos minutos y seguía de inmediato con las otras, en donde sí se quedaba más tiempo.

Le pedí que observara lo que le ocurría cuando practicaba la Llave. Que tratara de comprender el rechazo, identificar a que emoción lo asociaba, si se relacionaba (la molestia) con una parte del cuerpo, qué imágenes venían al practicarla o de qué se acordaba.

Al final, ella fue consciente de que tenía varios significados adheridos al concepto Luna (que vuelve loca a las personas, que no brilla con luz propia y se la roba al Sol, que está asociada a hombres lobos, etc). Al ser consciente de estos, pudo trabajar con la Luna (le indiqué ciertas dinámicas a realizar) y liberarse de estas ideas. Al fin pudo relacionarse con el satélite sin juicios. No necesito decir que ahora ama la Luna.

Si les ocurre un bloqueo semejante, les insto a que antes de seguir practicando sucesivas Llaves, le presten atención e intenten descubrir qué pasa. Sólo así podrán usar estas Llaves con total inocencia.

Que el acceso a nuevas Llaves sea responsable, hermanos Ishayas. Cada peldaño de la escalera cumple su función. Asciendan un nuevo paso, sólo si en la Llave anterior ya son practicantes experimentados.

La práctica de cada Llave varía según la maestría que tengamos con las otras Llaves. Si he practicado desde hace tres meses la quinta Llave, la sexta la experimentaré diferente a que si hubiese practicado la Quinta durante tres semanas.

Esto es como una danza. Adquieran maestría en cada etapa de la coreografía. Cada paso influye en el siguiente.




Las Llaves necesitan el contexto. La interrelación de cada una de ellas con las demás. Es por esto que una llave avanzadísima en manos de alguien que nunca a ascendido es completamente inocua. El practicante no corre riesgo alguno en practicarla. He escuchado muchos mitos sobre las Llaves, por ejemplo, que si un estudiante practica una llave avanzada sin haber practicado las anteriores puede enfermarse o cosas así. Es totalmente falso. Una Llave puede hacer nada o iluminarte. Pero jamás la práctica de las Llaves puede hacer daño. Nunca. Period (como dice Anugya)

Las Técnicas no son sólo palabras. Son palabras puestas en acción dentro de cierto contexto mental. Es cómo las dices lo que gatilla los resultados. Es la forma en que se instala la frase dentro tuyo, lo que abre la conciencia como una llave.

Quiero agregar que incluso la Llave más avanzada, para que todo su potencial sea manifestado, debe estar inserta en un proceso en donde cada llave ha jugado un papel (estirando los diversos músculos de la conciencia). El que una persona que nunca ha practicado el sistema, se pusiera a meditar con una llave 26, por ejemplo, a lo más le operaría como un mantra.

El requisito, es el proceso.