viernes, 14 de marzo de 2008

Seminario Base - Tercera Parte

Las técnicas o llaves que están por recibir son herramientas poderosas para expandir sus mentes. Es lo que entendemos por "ascender". Por "unificarse". Da lo mismo el nombre. Es lo que hacemos durante la práctica de la Llaves.

No es un sistema de creencias. Ni una nueva o antigua religión. Es el camino concreto y probado para disolver las creencias incrustadas, los bloqueos y juicios limitantes. Los surcos.

Las Llaves operan como un proceso de "reset" mental. O, como un antivirus que detecta toda huella dejada por alguna experiencia contraria al amor. Diluye.

¿Cuantos gramos pesan tus creencias negativas? ¿Cuanto miden? ¿Cómo huelen?... ¿Entiendes? No tienen existencia absoluta. Pero han dejado la marca. Y las Llaves, como un bálsamo, como el silencioso estruendo de un millón de Om, van haciendo nuevamente tu experiencia vital suave, calibrada y renovada.

A la vez que repara tus inter-conexiones neuronales, te va ampliando, elevando. Se comienza a manifestar la identificación con La Fuente. O como dice el Advaita, el Brahman. Tu conciencia aumenta. Las nubes se disipan.

Al estar completamente presente tu poder creativo se maximiza. Comienzas a vivir. No en el escenario de un montón de creencias o imágenes que no existen de verdad, sino en lo único que nos contiene: el momento presente. No dejas pasar la vida porque estuviste ocupado viendo una y otra vez en tu cabeza esa vivencia que te dolió tanto, pero que ya no existe. La soltaste. Y frente a tus narices apareció la vida.

Esta travesía interior en busca de tu naturaleza, es la meta más alta que puedas abrazar durante tu vida humana. Resolviste el acertijo. Diste en el clavo. La vida no podía ser simplemente una rutina. La vida no podía ser simplemente nacer, sobrevivir y morir. Había algo más. Y no se imaginan cuánto más.

Vivir desde la Ascensión es lo que quisieron decir con: "La paz que sobrepasa cualquier entendimiento", "Ser uno con Dios", u "Orar sin cesar". Es lo que en Oriente señalan como "Iluminación". Y para entender su significado, pongamos atención en su opuesto: la ignorancia.

Ignoramos quienes somos, ignoramos qué es el mundo, ignoramos que hay después de la muerte. Ignoramos como ser felices.

Pero quien ignora no necesita de sucedáneos como creencias o imágenes mentales. El que ignora necesita una experiencia. Ser testigos directos. Y curarnos de la amnesia.

El tiempo y el espacio son una ilusión. ¿No te has iluminado? Pues yo te digo que ya lo estás. Desde siempre. En esta vida, el juego es recordarlo.



Quiero ahora hablar de las técnicas. Aquellos llamados a la Maestría del Ser deben comprometerse a su práctica. Para poder dar una opinión legítima de las Llaves, es preciso practicarlas al menos dos veces al día durante unos 20 días. Si siguen esta indicación, les aseguro un radica cambio en sus vidas. Si practican menos, no digan que lo intentaron.

Mantengan una actitud completamente inocente respecto de las Llaves. Obtengan de ellas lo que ellas quieran darles. No tengan expectativas, que sólo son creencias que tratan de boicotear la experiencia viva.

La Ascensión es natural y universal. Seres con altos grados de conciencia son hallados en todas las religiones o creencias espirituales. Esto nos indica claramente, que sus respectivas iluminaciones no tenían que ver con sus doctrinas particulares.

Muchos de nosotros hemos vivido experiencias de expansión de consciencia: mirando una montaña majestuosa, o viendo al mar romper en olas espumosas; viendo nacer un hijo, mirando un ballet prodigioso o contemplando el vuelo de un ave. Son momentos en que nos expandimos. Por unos segundos nos conectamos con algo que nos estremece, nos humedece los ojos de emoción y nos revela una verdad "basada de la experiencia.

Nuestros hemisferios cerebrales tienden naturalmente a la Ascensión. Lo que ocurrirá al practicar las técnicas es la creación de un vehículo que nos llevará al estado de Ascensión en forma natural y sin esfuerzo.

Usaremos ambos hemisferios. Y cada uno dispondrá de un vehículo particular que se adapte a tu individualidad.

El hemisferio derecho es eminentemente espacial, holístico, intuitivo, creativo, artístico y emocional. Precisamente son nuestras emociones las que cambian más poderosamente nuestro grado de conciencia. Humberto Maturana, el biólogo constructivista, habla de que nuestro emocionar es lo que nos determina nuestro accionar. Las emociones está detrás de todos nuestros actos.

Las emociones "negativas" tienen un alto precio a pagar. La ira por ejemplo, bloquea el cerebro, lleva sangre a nuestros músculos, aumenta la adrenalina...que era bastante apropiado en tiempos cavernícolas cuando la tribu era atacada o un tigre dientes de sable venía a comernos. El problema es que tal emoción desarrollada para protegernos, se desencadena con el señor que nos toca la bocina del auto o cuando nuestro jefe nos grita o con un hijo adolescente. Y como no podemos ir a golpes por la vida, tal emoción es reprimida: la presión arterial sube, los ácidos gástricos funden el pobre estómago, el colon se retuerce y empieza a saltar un párpado. El organismo empieza a fallar.

Las emociones positivas son las que nos hacen Ascender. Unificarnos con el Absoluto.
Estas emociones, y pongan atención a lo que sigue, son verdades fundamentales de Iluminación:

ALABANZA - GRATITUD - AMOR

Estas actitudes son tres aspectos de lo Absoluto. Pero al manifestarse en nosotros tienen distintos colores, distintos sabores.

Traten de recordar alguna vez en que mirando la naturaleza sintieron emoción por lo que sus ojos veían. Cuando uno está viviendo un momento así lo primero que se manifiesta es la Alabanza. El aprecio. Es como decir: -" Montaña, guau, eres hermosa y la energía que te creó merece todas las felicitaciones posibles-"

Luego de éso, el corazón se ancla en el Agradecimiento y sale de tu pecho algo como: "-Gracias a quien sea por crear esta naturaleza maravillosa-" o "-Gracias al Universo por darme el regalo de contemplar esta montaña-".

Después surge el Amor. Sientes que amas a la Naturaleza. A Dios. A la Vida.



¿Saben? La Alabanza es muy poderosa y además, puede ser más fácilmente de reproducir a voluntad. Es intentar llevar tu mente hacia el aprecio en vez de la crítica. Si pudiésemos hacer esto, no sólo seríamos más felices, sino que más saludables.

Lo bueno de las Técnicas es que no necesitan "sentir" la Alabanza para que funcionen. Con sólo pronunciar esta palabra habrá una respuesta neurológica en el hemisferio derecho que es lo que necesitamos. El aprecio es la fuerza, la emoción que conduce la Ascensión.

Respecto al Hemisferio Izquierdo también es sensible a pensamientos que causan Ascensión. Este hemisferio es lógico, verbal. analítico y matemático. Este hemisferio se estimula con la vastedad del Universo, con sus leyes naturales, con sus mecanismos perfectos, con lo asombroso del funcionamiento de nuestros cuerpos.




Cuando el hemisferio izquierdo se enfrenta al infinito de los números o las distancias astronómicas queda perplejo, es como si no pudiera con la grandiosidad, lo que ocasiona un grado de Ascensión. Es por esto que se requiere el concepto intelectual más amplio dentro de sus mentes. Un pensamiento que signifique aquello que trae el bien a todos y en todo momento.

ANEXO (agregado lunes 16 de febrero de 2009)

Como ya saben, hay dos grandes "sectores" en el panorama ishaya actual. Los clásicos, que transmiten las técnicas (llaves cortas) tal como las enseñó Sadashiva y los Isha, quienes practican las técnicas ampliadas. Esta modificación ( ampliación de frase y práctica de enfoque) fue llevada a cabo por Isha.

En mi opinión, ambas prácticas son beneficiosas y dependerá del alumno con cual trabajar.

Ahondaré más en la Cuarta Parte, para poder ejemplificar con la Primera Llave que aprenderán.