lunes, 21 de julio de 2008

Décima Llave: Luz

Practicar sólo con ojos cerrados.

Llaves Clásicas:

GRACIAS " * " POR LA FUENTE BRILLANTE DE LUZ EN EL CENTRO DE MI CRÁNEO

Llaves Reformadas:

GRACIAS A " * " POR LA FUENTE BRILLANTE DE LUZ EN EL CENTRO DE MI CRÁNEO
Punto de Enfoque: Centro del cráneo (en el interior de la cabeza).


Cuando aprendí las primeras Actitudes, mi primera palabra estrella " * " fue el concepto "Luz". Creo intuir que para más de alguno de ustedes es o fue la misma palabra. Y es que este término aparece una y otra vez en la historia del proceso de la evolución espiritual sin importar si se trata de un cristiano, un musulmán, un pagano o un rastafarian.

Sin ir más lejos, cuando hablamos de alcanzar la total realización espiritual, usamos precisamente la expresión "iluminación".




La Luz, en su prodigiosa manifestación como onda y partícula, parece representar muchos aspectos de la experiencia de la Realización. Partiendo por lo obvio, la luz nos posibilita ver. No los objetos en sí, sino que a la luz reflejada en ellos. Envuelve las formas con ella misma misma para que aparezcan ante nosotros reveladas. ¿Han caminado por un bosque o montaña con la luna llena? Es una vivencia mágica.




La iluminación es el cese de la ignorancia. El ego se disuelve y la identificación con el Ascendente es absoluta. Entonces, tal como si alguien hubiese encendido el interruptor de una habitación, todo lo que era sombra desaparece y la Luz de la Conciencia Pura nos permite contemplar nuestra verdadera naturaleza. Al fin la borrachera y la amnesia se han ido.

Ahora todo es claridad. Todo simplemente es lo que es.





La Técnica de Luz, además de trabajar en nuestra conciencia a nivel macro, también se encarga de desarrollar otras formas de percibir. Cada vez que intuyes o presientes algo, hay una Luz en tu interior que te permite "ver" más allá de los sentidos naturales.

El trabajo de la herramienta se dirige al sexto Chakra Ajña. Es el chakra que percibe y comanda. Se asocia a la famosa glándula pineal, a la que se ha demostrado ser sensible a la luz, aún en personas ciegas con lesión en el nervio óptico.

El chakra Ajña se encuentra en el centro de nuestro cráneo tras los ojos/frente. Para saber la ubicación de los chakras al "interior" de nuestro cuerpo basta imaginar un tubo que parte en la coronilla de la cabeza (Chakra Sahashrara) que baja por el centro de nuestro cuerpo y termina en el área del perineo, entre los genitales y el ano (Chakra Muladhara). Todos los chakras se ubican en ese tubo.

El chakra Ajña se vincula directamente con la intuición y la clarividencia. También con los sueños (normales y lúcidos), la imaginación, la creatividad superior y las visualizaciones. Todos estas manifestaciones comienzan a ser estimuladas e incrementadas.

Y "ver" comienza a adquirir un significado totalmente nuevo.




Transforma tu cuerpo entero
en visión; hazte mirada.

Rumi